«METRÓPOLIS» (1927) CON LA ORQUESTA SINFÓNICA DE BILBAO (BOS)
La BOS interpreta en directo la música de Metrópolis sobre la proyección de la mítica película de Fritz Lang
El espectáculo, que tendrá lugar el 31 de mayo en el Teatro Arriaga, es una fusión de concierto y cine, y está coproducido por el Teatro Arriaga y la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS). Nacho de Paz se encarga de la dirección musical de este Metrópolis. El Teatro Arriaga y la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) se dan la mano, una vez más, para ofrecer uno de los espectáculos más especiales de la temporada: Metrópolis. Hace poco más de un año el público disfrutó de una experiencia similar viendo Nosferatu y ahora hará lo propio con Metropolis, una película imprescindible, cuya influencia alcanza hasta nuestros días y resulta evidente en infinidad de grandes filmes, como Blade Runner o Star Wars.
Concebido como una magistral fusión entre un concierto y una sesión de cine, esta propuesta escénica ofrece música en directo sobre la proyección del clásico del cine de ciencia ficción Metrópolis (1927), la famosa película de Fritz Lang, cuya belleza resulta aún más cautivadora si cabe gracias a la interpretación, por parte de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa (BOS) y de nuevo, al igual que el año pasado, bajo la dirección musical de Nacho de Paz, de la Banda Sonora Original compuesta por Gottfried Huppertz. Huppertz fue un autor muy asociado al director Fritz Lang y, en general, al cine expresionista alemán, no en vano escribió la música de varios filmes clasificados dentro de ese movimiento como los dos que completaron la serie fantástica Die Nibelungen (de Fritz Lang) o Zur Chronik von Grieshuus (dirigida por Arthur von Gerlach), entre otros. Pero sin lugar a dudas su mayor éxito y el reconocimiento lo obtuvo gracias a la música de Metrópolis.
Este espectáculo cuenta con el atractivo añadido de ofrecer la versión extendida, con un metraje de 145 minutos, descubierta en Buenos Aires en 2008. Fruto de un proceso de restauración que duró dos años y que atrajo la atención internacional, se incorporaron 30 minutos de escenas que se creían perdidas y que aportaron una nueva visión a esta joya cinematográfica de 1927, exponente máximo del expresionismo alemán, obra de culto y una de las películas más influyentes de la historia.